sábado, 6 de octubre de 2012

Microrrelato 153 - Cuando los monstruos son de verdad


A Jack le gustaba morderles el cuello y beberse su sangre; salía cada noche en busca de una presa y siempre regresaba antes del amanecer, con su sed saciada y la ropa cubierta de salpicaduras. 

Lo más espeluznante de todo aquello es que, al contrario que en la novela fantástica, Jack no era un vampiro.





No hay comentarios:

Publicar un comentario