sábado, 25 de agosto de 2012

Microrrelato 150 - Sueño eterno



El guerrero dejó caer su espada y se recostó contra una roca, sujetándose una fea herida en el costado con ambas manos. Apenas podía mantener los ojos abiertos tras el combate. Estaba tan casado que pensó que podría dormir durante toda la eternidad. Y eso hizo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario