sábado, 7 de julio de 2012

Microrrelato 141 - La muy puta


La musa lo pinchó con el dedo hasta que se despertó en mitad de la noche.
¿Qué diablos quieres a estas horas?
Quiero que te levantes y te sientes a escribir.
El escritor, fastidiado, trató de ignorar sus caprichos; le dio la espalda a su musa y escondió la cabeza bajo la almohada.
¡Déjame! suplicó, aún sin abrir los ojos. Ahora no me apetece. Quiero dormir.
Eso puede arreglarse dijo ella, esbozando una sonrisa traviesa.
Y entonces, le robó el sueño.





2 comentarios:

  1. No sé si agradezco esas noches en las que una idea brillante me asola y siento la irrefrenable necesidad de levantarme a escribir a las tres o las cuatro de la mañana...

    Odio a mi musa en esos casos.

    Un saludo ;)

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